Han pasado nueve meses y dieciséis días desde la primera vez que te besé y aún tengo mis ganas de ti cada noche.
Y aún tengo miles de sonrisas al despertar y saber que voy a encontrarte en mis brazos.
Aún nos quedan noches de verano por delante y abrazos calientes para las tardes de invierno que están por llegar.
¿Sabes? Nunca pensé que fueras tú el que llegara a llenarme, con esa mirada perdida y con tres o cuatro sonrisas tontas, y con esas manos que me aprietan cuando siento miedo.Pero las cosas que no esperas, siempre son las mejores.Las personas que no crees que nunca lleguen a calar tu corazón jamás, son las que dejan huella.No crees que los besos más bonitos que pudieras llegar a imaginar una noche cualquiera de tus días pasados, fueran de esa boca.Ni tampoco crees que esa sonrisa... con esos labios, pudieran ahogarte en la más profunda alegría.No crees que la persona a la que dedicaste menos tiempo de tu vida, fuera la única que sería capaz de dedicarse a ti por completo. De dedicarte su vida escrita en momentos inolvidables.De dedicarte los mejores besos y las mejores noches en su cama.
De dedicarte a hacerte feliz, a ti, a nadie más.
